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  • Claudia Pandelara A.

Belleza. El cuidado del cabello y piel durante la Lactancia Materna.


¿Me podré teñir el pelo si estoy amamantando? ¿Me puedo hacer un alisado permanente? ¿Por qué se me cae tanto el pelo? ¿Me puedo hacer depilación láser? ¿Me puedo tatuar? ¿Me puedo hacer masajes reductivos?


Cuando nos encontramos amamantando, nos enfrentamos a un sinnúmero de dudas acerca de qué tratamientos de belleza nos podemos hacer, porque no sabemos si es o no compatible con la lactancia. Y por otro lado, tenemos la preocupación recurrente de que estamos perdiendo demasiado pelo. ¿Será normal? ¿Necesito vitaminas? En este post intentaremos responder a todas estas dudas.


La Pérdida del cabello.


Lo primero que hay que saber es que la lactancia NO PRODUCE LA CAÍDA DEL CABELLO. Para entender qué es lo que pasa con nuestro cabello, debemos comprender cómo es la vida de un pelo. Cada pelo va pasando por tres fases distintas: crecimiento, reposo y caída. Proceso que dura varios meses. Normalmente, cada folículo piloso (lugar donde se aloja la raíz del pelo) vive su proceso de manera totalmente independiente de los demás, y es de esta manera en que los pelos se nos van cayendo y volviendo a crecer sin que nos alcancemos a dar cuenta. Pero, ¿Qué es lo que pasa después del parto? ¿Por qué vemos cantidades enormes de pelos cayendo de nuestra cabeza? La respuesta es que durante el embarazo, muchos folículos pilosos se mantienen en la fase de reposo al mismo tiempo, y alrededor de los 3-4 meses postparto, pasan a su fase de caída, y se nota en la ducha, en el pasillo, en la almohada...


Evidentemente esta caída exagerada de pelo, preocupa a las mares, haciéndolas creer que están sufriendo de alopecia. La buena noticia, es que esto es un proceso normal, que dura entre 3 y 6 meses y que alrededor de los 12 meses postparto va parando y el cabello retoma su curso normal de crecimiento.


Por lo tanto, no vale la pena gastar dinero en productos para evitar la caída del cabello, ya que éste es un proceso natural, por lo que estos productos a base de vitaminas, aminoácidos y otros, no serán efectivos. Sin embargo, al tratarse de productos de nula toxicidad y baja absorción sistémica, son compatibles con la lactancia. Para las alopecias reales existen productos efectivos que contienen minoxidil tópico, el cual es compatible con la lactancia, dada su escasa absorción y prácticamente nulo paso a la leche.


Tinturas de cabello


Los componentes de las tinturas de pelo se absorben mínimamente y pueden llegar a encontrarse sólo en cantidades insignificantes en la leche. Hace ya algún tiempo, se ha regulado y retirado del mercado numerosas sustancias que se consideraban potencialmente cancerígenas y actualmente hay consenso en que los tintes que actualmente se ofrecen, son seguros para utilizar durante la lactancia.


Los tintes naturales (de menor riesgo) contienen henna, azafrán, camomilla, nuez, entre otros. Los sintéticos contienen anilinas, metales pesados como el plomo y otros elementos potencialmente tóxicos o desencadenantes de alergias. Por esta razón, es conveniente evitar que el bebé se lleve a la boca el pelo tinturado de su madre.


En resumen, tinturarte el cabello conlleva un riesgo bajo, se recomienda limitar su uso, cumplir las normas de seguridad de empleo que vienen en los envases, tomar una buena ducha tras el tinte para mantener área del pecho limpia y llevar pelo corto o tomado a fin de evitar la absorción de compuestos potencialmente tóxicos por parte del lactante. Las trabajadoras de peluquería deben cumplir las normas de seguridad (uso de guantes y limitación horaria, entre otras) y utilizar productos legalmente autorizados.




Alisado permanente


Algunos productos para el alisado contienen formaldehído o glutaraldehido, en especial el alisado con keratina o alisado brasileño. El formaldehído y el glutaraldehido tienen capacidad mutagénica y son potencialmente cancerígenos. Su uso se ha limitado en muchos países. Por esta razón se considera que este tipo de alisado involucra un riesgo alto probable y se recomienda limitar su uso. Se recomienda además cumplir con las mismas normas de seguridad antes descritas con respecto a las tinturas.




Masajes reductivos y otros


Para responder a esta duda, copiaré textualmente la respuesta dada por Carlos Gonzalez a este respecto:

“No hay estudios científicos para responder a las preguntas que haces. Ahora bien, aplicando la lógica, podríamos decir que:


- Cremas anticelulíticas: cualquier crema que se venda sin receta y que esté controlada por las autoridades sanitarias (es decir, cremas compradas en tiendas normales) se puede usar sin temor durante la lactancia. Lógicamente, con cualquier crema, incluso la más inocente, hay que tener cuidado de no untarse el pezón y la areola, para que el bebé no se trague la crema.


-Plataformas vibratorias: no creo que afecten lo más mínimo al pecho, salvo que se usen específicamente en el pecho. No creo que sea buena idea aplicarse repetidamente una plataforma vibratoria en el pecho durante la lactancia. Pero en otras partes del cuerpo, no veo el problema.


- Masoterapia homeopática: ningún problema siempre y cuando las agujas sean estériles.


- Cavitación y LPG: no creo que haya ninguna contraindicación con la lactancia. ¿Que las grasas se eliminan? También se eliminan cuando se adelgaza por otros métodos, y está demostrado que eso no hace ningún daño ni aumenta las toxinas en la leche.


-Drenajes linfáticos y masajes: tampoco creo que puedan causar ningún problema en la lactancia.


Respondido por Dr. Carlos González”




Depilación


Cualquiera de los métodos empleados para depilarse (cera, rasurado, cremas depilatorias, depilación con hilos, láser, luz pulsada intensa, etc.), son seguras y no interfieren con la lactancia en absoluto. Ningún tipo de rayos de luz amplificada (láser de rubí, de alejandrita, de diodo, de neodimio, de luz pulsada intensa, etc.) afecta a la leche ni al pecho, puesto que no penetra más allá del espesor de la piel, por lo que esta técnica es absolutamente compatible con la lactancia.




Tatuajes


Realizarse un tatuaje en periodo de lactancia, se considera con riesgo bajo probable. Se requiere escoger un lugar que cuente con todas las regulaciones sanitarias para evitar la transmisión de enfermedades como hepatitis B, hepatitis C o SIDA.


Aunque algunos de los pigmentos y sustancias que se inyectan en el tatuaje pueden ser tóxicos, quedan retenidos bajo la piel y no pasan a sangre, por lo que tener un tatuaje antiguo o realizarse uno durante la lactancia, no la contraindica siempre que se cumplan las normas higiénico-sanitarias que aseguren la no transmisión de enfermedades infecto-contagiosas.


No se aconseja el tatuaje en el mismo pezón por el riesgo de que el lactante pueda llegar a absorber pigmentos que sean tóxicos.


Claudia Pandelara A.

Asesora de Lactancia, Lactivismo Chile.

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