CRÓNICA DE UNA TETADA
Eran los primeros días de enero de 2017, y pensando en mis propósitos para este año es que le dije a mi marido… “Guatón, voy a hacer una tetada. Uno de mis propósitos para el 2017, es hacer una tetada!! Que dices??”. Después de un corto silencio, me responde con voz amable pero poco segura: “Chido”.
Ahí comenzó todo…
Encontré el apoyo de muy pocas personas, pero fueron las indicadas.
Buscar el lugar, obtener las autorizaciones, conseguirse el agua, fotógrafo, la difusión, y una larga lista de etcéteras.
Fue agotador, todas las noches me acostaba después de las 2 am, pero todo valió la pena cuando veo las fotos, y recuerdo el sentimiento amoroso en que se gestó ese encuentro…
Todas sentadas en el pastito, nos acogimos, nos conocimos, nos abrazamos y generamos nuevas redes. La maternidad es difícil, pero si se hace en tribu, la tarea se hace mucho más amena.
Una tetada por la Lactancia Libre y Sin Censura, movió alrededor de 100 personas que asistieron ese día. Un día gris, con niebla… pero no las detuvo. Eso me llena de emoción y orgullo… Vamos por buen camino…