Crisis de Lactancia
Probablemente has escuchado acerca de las temibles Crisis de Lactancia, pero nadie se lo imagina hasta que lo vive. Es por esto que en esta ocasión he querido compartir el vídeo de este bebé en plena crisis de los 3 meses.
¿Qué son las crisis de lactancia?
La producción de leche se regula mediante la demanda del bebé, a más succión más producción de leche. Sin embargo, hay períodos en que los bebés parecieran pelearse con la teta, rabean, lloran en el pecho, se encorvan, arquean la espalda, tensan las piernas, incluso tiran el pezón, se ven incómodos, nerviosos y enojados.
Evidentemente, este comportamiento provoca mucha angustia en las madres, quienes muchas veces lo toman como un indicio de que se les “cortó la leche”, por lo que suplementan con leche de fórmula, interrumpiendo el proceso natural que debe llevar a cabo el bebé para regular la producción de leche materna.
Las crisis de lactancia o brotes de crecimiento son, por lo tanto, un período en que la exigencia de leche por parte del bebé aumenta. Y la única manera de lograr regular la producción, es aumentando la succión del pecho. Es por esto, que durante una crisis de lactancia, el bebé puede pasar pegado al pecho durante largo rato (incluso horas), y no querer separarse. O por el contrario, ponerse a llorar y rabear durante la toma.
Existen varias crisis durante la vida de la lactancia materna:
15-20 días de vida
El bebé necesita aumentar la producción de leche de su madre, la única manera de conseguirlo es mamar sin parar durante unos dos o tres días. Lloran desesperados si no tienen el pecho en la boca. Incluso pueden regurgitar importantes cantidades de leche, pero quieren seguir mamando. Una vez logrado el objetivo de aumentar la producción de leche a niveles óptimos, el niño volverá a hacer tomas más espaciadas y la lactancia retomará su curso normal de demanda.
6-7 semanas de vida
Alrededor del mes y medio de vida, los bebés viven su segundo brote de crecimiento. Nuevamente el niño necesita más volumen de leche y sabe perfectamente cómo conseguirlo. Esta vez, la regulación de la producción se logra al cabo de 5 días a una semana.
3 meses
Ésta es la GRAN crisis de las crisis. Es la más compleja de superar, ya que puede durar semanas, hasta incluso un mes completo. Es frecuente que al comenzar la toma, los bebés se pongan a llorar y bramar con desesperación. Esto provoca, evidentemente, una profunda angustia en la madre, puesto que además se nota los pechos extremadamente blandos, tiene la sensación de que no está produciendo suficiente leche y es posible incluso que haya dejado de sentir el reflejo de eyección cuando le baja la leche.
Esta situación tiene una explicación. Se dice que después de los 3 meses, se puede considerar que la lactancia materna ya está establecida. Esto es porque por un lado, se ha superado la crisis, pero por otro, porque la producción de leche materna pasa de haber estado gobernada por el sistema endocrino a un control autocrino; es decir, que las hormonas empiezan a perder protagonismo. Es por esto que la lactancia a demanda es tan importante: mientras más lacte tu bebé, más receptores de prolactina crearás y más leche producirás.
Con esta crisis, se modifica el sistema de producción de leche para optimizar el proceso. La glándula mamaria está preparada para fabricar la leche en el momento que el niño la requiera. El cuerpo demora alrededor de 2 minutos en desencadenar el reflejo de eyección y entonces excretar la leche que el bebé demanda. Lo cierto, sin embargo, es que los niños suelen mostrarse molestos con este cambio. Estaban acostumbrados a encontrar la cantidad de leche que ellos querían inmediatamente al ponerse al pecho, pero ahora tienen que succionar, esperar unos minutos y volver a mamar.
La crisis de los tres meses es usualmente, el momento en que se inicia la suplementación con leche artificial y el abandono paulatino de la lactancia materna, debido a la sensación de rechazo y la impresión de falta de leche que angustia a la madre.
Si ya superaste la crisis de los 3 meses, puedes estar tranquila, que ya pasaste lo peor.
El año de vida
En ocasiones, la sociedad (y algunos profesionales de la salud desinformados) consideran que el bebé ya es demasiado mayor para seguir mamando y opinan que la lactancia interfiere en su relación con la comida. Entonces sugieren que si se les deja de dar el pecho van a comer más.
Esto no sólo atenta contra las necesidades de niño, sino que también va en contra de las directrices de la OMS, la cual indica que el pecho materno debe ofrecerse hasta por lo menos los 2 años de edad.
Dos años de vida
Como ya se expuso, las recomendaciones de la OMS relacionadas con la protección y la promoción de la lactancia materna respaldan a todas las madres a mantener la lactancia junto con alimentos un MÍNIMO DE DOS AÑOS.
Cada vez más madres llegan a esta etapa de lactancia y sorprendentemente a los dos años espera la última gran crisis de lactancia. Los niños demandan el pecho de manera continua, con unos requerimientos e intensidad similar a las de un recién nacido. Demandan el pecho de manera nerviosa e inquisitiva. Esta crisis suele durar unos meses, hasta que el niño adquiere más seguridad en su propio yo (inseguridad basada en la etapa que está viviendo, en la que se siente un niño grande, pero requiere ayuda en muchas tareas, lo cual le produce contradicción y frustración) entonces la demanda se normaliza y reduce.
Falsas crisis: 4 meses y 8 meses
4 meses
Los bebés empiezan a despertar más por la noche y aumenta la demanda de pecho, suelen pedir cada dos horas durante la noche. A esta edad, los bebés incorporan fases de sueño que al nacer no tenían. Esto produce que aumenten sus despertares ya que se mantiene más tiempo en un estadio de sueño ligero.
8 meses
Se despiertan angustiados, llorando en plena noche, reclaman el pecho y se calman rápidamente al mamar. A esta edad, los bebés comienzan a sentir “angustia por separación” donde empiezan a entender que son un ser independiente de su madre, lo que les produce inseguridad y creen que van a “perderla” si la pierden de vista. Por las noches despiertan llorando y nerviosos quieren tener el pecho en la boca todo el tiempo y así evitar así que su madre desaparezca.
Claudia Pandelara A.
Asesora de Lactancia, Lactivismo Chile